El esquema, la imagen corporal y sus diferencias
El esquema corporal.
Es la representación que tenemos de nuestro propio cuerpo, de las partes que lo componen, de las posibilidades de movimiento y acción, así como de sus diferentes limitaciones.
La representación del esquema corporal y la manera en que el cuerpo comienza a relacionarse con el medio ambiente se va construyendo poco a poco mediante un proceso de ensayo y error, en el que un niño a través de ese vehículo que es su propio cuerpo va a experimentar una serie de vivencias y experiencias a consecuencia de la maduración y del aprendizaje de su vida cotidiana.
Una vez que se tiene conciencia del esquema corporal los niños serán capaces de ajustar sus acciones a sus propósitos y deseos, como por ejemplo: la fuerza necesaria para patear una pelota o la distancia en la que necesitan alargar su brazo para coger un juguete.
Para la construcción de este esquema corporal es necesario el contacto social, las vivencias, los estímulos que un bebé recibe de su medio ambiente, ya que es en esta medida que el infante podrá llegar a conocer y diferenciar su cuerpo y del cuerpo del otro, especialmente el de la madre, ya que ésta es la primera persona con la que tiene un mayor contacto social y afectivo. Besos, abrazos, caricias, estímulos diversos como colores, texturas, sabores; son fundamentales para un niño en la construcción de su esquema corporal.
Los componentes que influyen en la construcción de dicho esquema son: la percepción, los movimientos, el desarrollo cognitivo y el lenguaje. Este desarrollo, se da entre los 2 y los 6 años de edad, período en el que se experimentan diversas situaciones que llevan al niño al conocimiento de su cuerpo, de sus alcances y de sus limitaciones en el espacio.
La imagen corporal.
Por otro lado, la imagen corporal es la forma en la que nos percibimos a nosotros mismos, la forma en cómo nos vemos y nos imaginamos. En este sentido, una imagen corporal positiva nos lleva a vernos a nosotros mismos desde una lupa equilibrada, una autopercepción positiva nos hace sentirnos cómodos con nuestro cuerpo y nos hace sentir bien acerca de nuestra apariencia.
Todas las personas tenemos sentimientos diversos respecto a nuestra apariencia, algunos desearíamos cambiar algunas; como la nariz o la forma del mentón etc. Sin embargo, estas inconformidades pueden construir una imagen corporal negativa que puede llevarnos a padecer trastornos asociados a la imagen corporal, como la anorexia, bulimia, vigorexia, etc.
Experimentar sentimientos respecto a nuestra apariencia o respecto a lo que los demás piensan acerca de nuestra apariencia puede ser normal, hasta cierto grado. Sin embargo, hay que tener cuidado ya que un exceso de atención en esos sentimientos negativos nos puede llevar a tener verdaderos problemas de la imagen corporal, alterando seriamente nuestro estado de bienestar. La imagen corporal también se relaciona con la manera en que nos conducimos dentro de ese cuerpo: si nos sentimos fuertes, capaces, atractivos y en control de nuestra vida y acciones.
Aunque a veces, puede ser difícil entender todos estos sentimientos que tenemos respecto a nuestro cuerpo, es importante considerar que la construcción de lo que somos como individuos está compuesto por muchos elementos; somos un cúmulo de cosas que nos hacen SER lo que somos; concentrar nuestra atención sólo en la apariencia corporal, le resta valor a los demás aspectos de nuestro SER.
Para mejorar nuestra imagen corporal, es importante comprender que nos se trata de cómo te ves, sino de cómo te sientes contigo mismo. De modo que si se cambia algún aspecto del cuerpo, a través de cirugías o tratamientos, ese sentimiento negativo no necesariamente va a desaparecer. Por esa razón, es importante hablar de lo que sentimos y en caso de ser algo que ya no esté en nuestras manos manejar, buscar la ayuda profesional de un terapeuta para comenzar a construir nuevas formas de pensar acerca de nuestro cuerpo.
Pon atención en todas las partes de tu cuerpo, concéntrate en aquellas partes que si te gustan, recuerda todo lo que has hecho gracias a tu cuerpo, a tus manos con las que has construido tantas cosas, a tus piernas que te han llevado a tantos lugares, revalórate y enamórate de tu cuerpo tal y como es; recuerda que en esta vida, caminarán juntos hasta que llegue el final.
Lic. Martha Lellenquien.
Psicoterapeuta.
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