El trastorno de ansiedad por separación en los niños
El trastorno de ansiedad por separación (TAS), es el miedo del niño a separarse de sus padres o cuidadores, este es uno de los primeros miedos y el más básico de nuestra especie, ya que es principalmente adaptativo. En nuestra especie, así como en otras, tener a los cuidadores al alcance aumenta las probabilidades de supervivencia, hasta que el bebé desarrolle las habilidades necesarias para hacer frente a cualquier situación amenazante. Es por ello que este miedo se intensifica durante la primera infancia y va disminuyendo en la medida en que los niños crecen y van sintiéndose cada vez más cómodos al permanecer separados de sus padres o cuidadores.
En la ansiedad por separación, el niño experimenta una respuesta emocional en la que siente una angustia intensa al separarse físicamente de sus padres. La ansiedad normal, es una respuesta emocional adecuada al nivel de desarrollo y edad del niño, como una respuesta de adaptación a su entorno. Sin embargo, en la ansiedad por separación patológica el pequeño se encuentra en un estado de preocupación desproporcionada y extrema que interfiere con las actividades cotidianas del pequeño.
La ansiedad extrema en relación a la separación de su cuidador, en niños, puede manifestarse en los pequeños como: preocupación, miedo, nerviosismo, tensión, o rabia. Las manifestaciones somáticas pueden ser: dolores abdominales y cefaleas. Además, estas manifestaciones son excesivas y recurrentes al anticipar el momento de la separación.
Los pequeños con TAS se niegan a estar solos y buscan dormir acompañados y frecuentemente tienen pesadillas de abandono. Generalmente se niegan a asistir a la escuela y es común recibir llamadas del colegio para asegurarse en dónde están y del bienestar de sus padres. Estas manifestaciones varían de acuerdo a la edad y en los niños más pequeños, generalmente son exteriorizadas de manera más corporal y los niños más grandes verbalizan su ansiedad y el temor a peligros que pudieran ocurrir como secuestros, robos y asaltos.
Estos pequeños son rabiosos e inseguros y con una necesidad constante de atención. Generando con ello frustración en los padres, provocando resentimientos y conflictos en la familia.
Un tratamiento efectivo para este trastorno es el cognitivo-conductual, que se basa en darle al niño ciertas habilidades como: reconocer sentimientos ansiógenos relacionados a la separación, identificar reacciones físicas, y pensamientos. Esto les permite desarrollar un plan efectivo de afrontamiento. También es importante involucrar a los padres para que ellos mismos aprendan todas estas estrategias para la reducción del comportamiento ansioso en los pequeños.
Fuente: Pacheco, B. y Ventura, T. (2009). Trastorno de ansiedad por separación. Revista Chilena de Pediatría. 80 (2). pp. 109-119.
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