Cómo lograr emociones positivas a través de la psicología positiva
Las corrientes filosóficas sensualistas consideraban que la felicidad era vivir en un continuo estado de placer. El placer era concebido como algo que excitaba los sentidos. Los filósofos como Epicuro, proponían que la felicidad era la ausencia de dolor físico y un estado de animo libre de pasiones, aquello que los griegos llamaron «ataraxia”. Actualmente podría denominarse equilibrio emocional a esta disposición, que consiste en mantener balanceada la intensidad de las emociones. Desde la perspectiva de las filosofías orientales se define como la “capacidad para alcanzar aquel estado en que la mente se aquieta”. Desde la psicología contemporánea, consiste en tener controlada la entropía mental, regulando el libre fluir de la consciencia.
Por su parte, el primer pilar de la Psicología Positiva propone alcanzar el bienestar a través del incremento del placer sobre la base de las emociones positivas. Esta vertiente hedonista/sensualista consiste en sumar la mayor cantidad de momentos felices para alcanzar el bienestar. Sin embargo, llegar al bienestar a través de las emociones tiene dos inconvenientes. El primero esta relacionado con la habituación, ya que las personas se adaptan fácilmente a los placeres. Esta adaptación hedónica hace que el tono de las emociones positivas sea cada vez menos, a medida que se experimentan de modo frecuente. El segundo pilar está en relacionado con el componente emocional heredado. Así la afectividad, tanto positiva como negativa, está en relación con las variables temperamentales y por ende nuestra balanza hedónica viene, de algún modo, delimitada por nuestra genética.
El desafío está en cómo mantener la balanza hedónica regulada mediante la actividad intencional. Si nos focalizamos en el momento presente, la psicología positiva rescata tres aspectos positivos básicos, entre los que se encuentran: el “Savoring” (saboreo), que está íntimamente relacionado con amplificar las vivencias de placer; el “Flow” (fluir) que se centra en la atención hacia una experiencia óptima, podemos realizar actividades de las cuales intrínsecamente derivar placer por el solo hecho de practicarlas; y el “Mindfulness” o atención plena.
SAVORING
Según Bryant y Veroff (2007), el saboreo es la capacidad para apreciar, atender y mejorar las experiencias positivas de la vida. La vida contemporánea está marcada por la rapidez llevando a las personas a “olvidar” de pequeños placeres. El ajetreo de la cotidianeidad, provoca que aquellos momentos que nos dan placer, muchas veces pasen inadvertidos. Vivimos un día, una semana y tenemos la sensación de que nada pasó, de que no tuvimos momentos felices y lo justificamos de una u otra manera. No podemos recordar que somos afortunados al saborear un buen café recién hecho por la mañana, cuando disfrutamos el sol camino al trabajo y al gozar de la compañía de nuestros seres queridos durante la cena, momentos que resultan importantes porque constituyen nuestro repertorio de imágenes evocadoras de emociones positivas para el futuro y a las cuales debemos recurrir cuando la balanza hedónica no nos resulte favorable. Así, el saboreo de los momentos vividos es un proceso activo que favorece la satisfacción en relación con las experiencias positivas de la vida.
A manera de reflexión, Ingrid Betancourt, presa política de las FARC en Colombia por más de seis años, comentaba luego de ser liberada que recordar a sus hijos y cada cumpleaños era lo que la había ayudado a sobrellevar su vida durante el tiempo que estuvo detenida. Dado que las condiciones del cautiverio eran inhumanas (no le permitían tener fotos u objetos personales, ni utilizar agua caliente), el sólo hecho de recordar imágenes de sus hijos la mantenía con la esperanza para seguir soportando ese tormento. En esta situación extrema donde los eventos son adversos y sólo pueden provocar emociones negativas, el saboreo de eventos pasados permite generar emociones positivas adecuadas a la situación.
Si bien el saboreo está localizado en el presente, la paradoja es que evoca momentos del pasado y del futuro. Para ejercer la estrategia del saboreo es necesario tener recuerdos de experiencias pasadas; es por eso que resulta muy importante prestar atención a los momentos vividos en el presente. En este sentido, Bryant y Veroff (2007) sostienen que el uso del saboreo a lo largo de la vida es importante por tres grandes razones: 1) existen diferencias individuales entre personas que saborean más y menos; 2) el saboreo favorece los estados emocionales positivos y, por último, 3) existen conductas y pensamientos antes, durante y después de haber pasado por experiencias positivas. Si prestamos realmente atención a las manifestaciones conductuales, cognoscitivas y emocionales de haber vivido una experiencia placentera, es probable que estas referencias perceptuales influyan sobre la experiencia de eventos futuros.
FLOW
El flow, es otro de los objetos de estudio de la Psicología Positiva. Las investigaciones de Csikszentmihalyi (1998) durante más de veinte años, se orientaron al estudio de personas que realizaban actividades con un alto componente de reto personal. Que trata de un tipo de actividad autotélica, es decir, el disfrute que se obtiene al realizar la tarea (trabajo, estudio, deportes) y tiene como principal característica que la persona se halla tan involucrada y registra una concentración tan profunda que pierde la noción del tiempo. La persona deriva un experiencia altamente placentera durante y después de haber realizado la tarea.
Csikszentmihalyi llega a la conclusión de que la felicidad no es algo que sucede, no es producto del azar, se trata de una condición vital que hay que cultivar para alcanzarla. El desarrollo del flow demanda el dominio de ciertas habilidades, ya que difícilmente este estado se alcanza de forma pasiva o en tareas rutinarias. Generalmente este estado se logra con el dominio de actividades complejas. El flow permite controlar la entropía psíquica y constituye una solución psicológica destinada a poner orden en la conciencia, es decir, cuando las personas pueden focalizar la energía psíquica es una meta. Esta meta tiene que cumplir con un requisito de retroalimentación constante para que se alcance la condición de flujo. Cuando la conciencia está organizada de esta manera a través de experiencias de flujo, la calidad de vida mejora y la personalidad se diferencia y complejiza. A medida que se dominan las tareas, la actividad necesaria para alcanzar el estado de Flow cambia.
Según la Psicología Positiva, el flow consiste en estar comprometido con las tareas que se realizan y es una vía de acceso a la felicidad. Si se emplean las fortalezas personales tanto en el trabajo como en el estudio, en el tiempo de ocio y las relaciones personales, es probable que se alcancen estados de flow. El flow tiene como momento crítico el tiempo presente y no esta caracterizado por la emoción positiva en sí mima, sino por la concentración y la implicación personal. El flow deriva emociones positivas como consecuencia de haberlo experimentado. Si se intenta saborear el estado de flow prestando mayor atención a la actividad, el proceso de flow se detiene y en esto radica la diferencia fundamental con el savoring, donde la satisfacción deriva de la evocación de las experiencias positivas vividas.
MINDFULNESS O ATENCIÓN PLENA
El tercer constructo relacionado con las emociones positivas es el mindfulness o atención plena. La práctica del mindfulness es una herencia de la tradición budista y actualmente es utilizada por la psicología occidental como técnica de control del estrés y para el tratamiento de diversos trastornos psicológicos. La premisa básica de la práctica del mindfulness es prestar atención a la experiencia presente, sin criticar y sin juzgar. La mente esta inundada de pensamientos acerca del pasado y del futuro, generalmente sin lógica y que forman parte del libre flujo de la conciencia. En la medida en que se presta atención a la actividad mental, se toma conciencia de los pensamientos y se los considera como tales, “solo como pensamientos”. La práctica del mindfulness toma en cuenta que la mente siempre está haciendo algún comentario y que se toma ese “guión” como si fuese real, cuando no lo es. Este guión es la base de nuestras emociones y reacciones conductuales. En las tradiciones orientales, la plenitud se alcanza mediante un contacto óptimo con la realidad y la percepción exacta del presente. En la tradición budista se cultiva activamente la atención consiente como método para controlar la conciencia y aquietar la mente. La idea del mindfulness es que la felicidad no está en las circunstancias externas, sino que comienza con el desapego de las circunstancias externas, de los pensamientos y otros automatismos.
Esta práctica no se focaliza solo en los contenidos mentales, ni se necesita un estado de concentración elevado. Se puede realizar mientras se lleva a cabo cualquier actividad, mientras se camina, se está leyendo un libro. La idea central es el darse cuenta de las sensaciones que forman parte la experiencia cotidiana, ya que la mente entra frecuentemente en “piloto automático” para realizar la mayoría de las actividades.
Sólo puede entenderse esta práctica en un momento temporal concreto: el presente (Germer, 2005). Mediante la atención plena al estado presente se pueden quebrar los automatismos mentales, que según este modelo son causa de la mayoría de las disfunciones. La ansiedad, el estrés, la depresión y otros trastornos psicológicos que provienen de un comportamiento automático (desatenciones) en el cual las personas se manejan con patrones repetitivos sin prestar atención. Al promover la toma de conciencia de sensaciones y emociones se posibilita que estas actúen de forma autónoma y se equilibren según sus propios sistemas naturales de autorregulación. La falta de información sensorial inducida de forma activa o pasiva (por ejemplo, tomar medicación para la ansiedad; utilizar técnicas de reestructuración cognitiva para cambiar creencias; usar la distracción mental) impide al organismo la información precisa y necesaria para que tengan lugar los modos naturales de aprendizaje (Vallejo Pareja, 2006). Mediante la práctica de la atención plena es posible restaurar mecanismos de autorregulación del organismo humano, siendo esta la clave del bienestar psicológico.
Por ultimo, te recomendamos que pongas atención a estos tres aspectos (savoring, mindfulness y flow) en tu vida cotidiana y podamos ver la psicología desde un nuevo enfoque, desde el cual podemos trabajar sobre el fortalecimiento de nuestros recursos personales y el bienestar de cada uno de nosotros.
Lecturas recomendadas:
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- Castro, A. (2010) Fundamentos de Psicología Positiva. Editorial Paidós.
- Dolores M. & Vázquez C. (1998) Optimismo inteligente. Editorial Alianza.
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