Optimismo para tu salud
“Dos vendedores fueron a África a vender zapatos a un país que todavía no estaba muy civilizado. Luego de comprobar que sus habitantes no usaban nada en los pies, uno de los vendedores, Juan, llamó a su empresa y les dijo “Muy malas noticias, imposible vender, no usan zapatos”. En cambio el otro vendedor llamado Pedro, informó muy entusiasmado: “Muy buenas noticias, posibilidades enormes de vender, no usan zapatos”.
Este breve relato nos ejemplifica claramente cómo es que frente a una misma realidad pueden existir distintas perspectivas de entenderla. Si identificas que en una situación similar hubieras pensado algo parecido a lo que concluyó Juan podrías ser considerado pesimista, y si crees que hubieras generado un pensamiento parecido al de Pedro podrías tener una visión optimista.
El optimismo y el pesimismo son considerados como elementos cognitivos a manera de filtro con el cual se evalúa la realidad. Por lo tanto, este filtro es el responsable de la representación interna de uno mismo, del mundo y de los otros, así como de la percepción de la interacción que mantiene la persona con el exterior.
Finalmente, este filtro se convierte en la forma habitual en la que se explican los acontecimientos. Si se presenta un problema o contratiempo, el optimista y el pesimista mostrarán una diferencia en la forma en la que lo piensan basado en tres pautas explicativas:
1) Permanencia: Se refiere a la duración o temporalidad del resultado de la interacción entre la persona y el exterior. Si el resultado es Temporal versus Permanente.
Los pesimistas consideran que las causas de los contratiempos en términos de siempre y nunca “Las dietas no sirven”, en cambio, los optimistas lo evalúan como que son transitorias “Las dietas no me funcionan cuando como fuera de casa”.
2) Dominio: Es el grado de amplitud o alcance en el que se perciben los problemas. Es decir que tan Específicos o Globales se consideran.
Cuando los pesimistas se enfrentan a un fracaso en el área laboral lo generalizan pensando “No sirvo para nada” rindiéndose ante cualquier cosa u área de su vida. Los optimistas tienen explicaciones específicas frente al fracaso laboral “No soy bueno para llevar la contabilidad”, sintiéndose desvalidos en esta parte de su vida pero tienen ánimos para todo lo demás.
3) Personalización: Es la percepción sobre quién es responsable de un error o problema. Cuando pasa algo desagradable se explica como una causa Interna o Externa.
Si un estudiante pesimista se equivoca al dar una respuesta en el salón podría explicárselo pensando “Soy un estúpido” mientras que un estudiante optimista interpretaría su equivocación como “No comprendieron la respuesta que di”.
Como te das cuenta, estos estilos de explicar y entender el mundo permean distintas áreas de tu vida, la salud no es la excepción.
Por ello en la rama de la Psicología Positiva relacionada con la salud, se han llevado a cabo diferentes estudios en los que se han enfocado en identificar las cualidades positivas asociadas a la prevención y el tratamiento de las enfermedades y en los últimos años se ha generado evidencia científica que indica que el optimismo está relacionado con la buena salud.
Hoy sabemos que las personas optimistas:
o Informan enfermarse menos
o Realizan menos visitas médicas y se sienten más capaces de mantener y/o promover su salud
o Tienen un menor número de accidentes
o Reportan buen pronóstico de recuperación tras haber padecido cáncer
o Poseen menor reactividad cardiovascular ante el estrés y un mejor estatus inmunológico
o Se recuperan mejor después de haber sufrido un ataque cardiaco
o Tienen menos probabilidades de presentar depresión y ansiedad
o Viven más tiempo que los pesimistas
Estos resultados pueden ser explicados tomando en cuenta que la percepción optimista de la vida, la capacidad de ver los aspectos positivos de las experiencias adversas y el neutralizar los aspectos negativos a partir de estrategias de afrontamiento y un buen nivel de estabilidad emocional representan acciones para que preserves y tengas un mejor manejo de tu salud.
De acuerdo a Seligman (1998), el optimismo puede ser aprendido así te encuentres enfermo o no, la siguiente información te ayudará. Si estás enfermo hallarás en el optimismo una opción para mejorar tu salud, si no estás enfermo tendrás una herramienta valiosa de prevención para mantener y aumentar tu estado de salud.
Aquí unas sugerencias para incrementar tu optimismo y mejorar tu salud en la perspectiva cognitivo y conductual:
- Al ser el optimismo un componente cognitivo, es importante que prestes atención a los pensamientos o las evaluaciones que haces cuando se te presentan contratiempos relacionados a tu salud. En esos momentos intenta modificar las cosas pesimistas que te dices haciendo una reevaluación positiva de la situación en las pautas explicativas antes mencionadas (Permanencia/Dominio/Personalización).
- El elemento conductual se refiere a promover un estilo de afrontamiento más efectivo al desarrollar conductas que te permitan seguir hábitos saludables y el consejo médico. De esta manera podrás adherirte a tu tratamiento y percibirás que tienes el control de tu salud.
Referencias:
Calvanese De Petris, N., García Rivera, H.L., y Velásquez Vásquez, B. (2010) Optimismo y salud: perspectivas teóricas y consideraciones empíricas. En La Psicología Positiva en Venezuela (Pág. 75-92). Venezuela: Sociedad Venezolana Psicología Positiva.
Seligman, M.E.P. (2008). Aprenda Optimismo. México: Debolsillo.
7 motivos por los que ser optimista es bueno para tu salud.http://www.huffingtonpost.es/2013/12/03/motivos-optimismo-xyz3_n_4359111.html#
Elaborado por: Lic. Dafne Caballero Jiménez
Fuente: http://sepimex.wordpress.com/
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