¿Pesimismo o estrategia de supervivencia?
La lógica biológica nos dice que si mantenemos vivos los pensamientos negativos es porque hoy aún obtenemos mayor seguridad teniéndolos que sin tenerlos.
Hoy sabemos que esta conducta forma parte del diseño original de nuestro cerebro y que el bucle de pensamientos negativos tiene como objetivo permitir la supervivencia, si hemos sobrevivido ha sido gracias a que (y ahora lo digo en broma) en otro momento “miramos hacia los dos lados antes de cruzar una calle, aunque la calle tuviera una sola dirección”.
Nuestra estancia en la tierra ha sido gracias a que en un entorno hostil donde el peligro podía venir desde cualquier lugar y en cualquier momento y en la que el medio físico podía ser un obstáculo fue absolutamente necesario que nuestro cerebro utilizará diferentes áreas para prever distintas posibilidades incluso por ejemplo que la zona frontal que piensa el futuro y es donde se aloja la función de imaginar el futuro se activaran y guardaran el recuerdo. Así es como esta conducta ha quedado registrada en nuestro inconsciente biológico.
Recordar: siempre nos alejamos de lo negativo y nos acercamos a lo positivo y en este caso nuestro cerebro ha interpretado, quizás de forma errónea, que es positivo ser pesimista para sobrevivir. Hemos desarrollado estrategias de supervivencia tomadas con mucha precaución. Por ejemplo, prever resguardarnos antes de que llegue la tormenta o taponar la zona de entrada a la caverna antes de que llegue un depredador. Además, hecho de forma rápida. Hay que ganar. Se tiene que conseguir avanzar a lo que puede pasar. Quizás los que nos antecedieron creían aquello de “piensa mal y acertarás” en el sentido de piensa en todo lo malo que puede ocurrir y celebrarás el estar bien.
¿Cuál es la lógica biológica de la persona pesimista en el año 2018?
En tiempo presente y excepto para las poblaciones que viven situaciones de riesgo (guerra, amenaza, atentados, violaciones, violencia, maltrato, etc.) nos podemos preguntar:
¿Por qué dejamos que nuestros pensamientos nos alejen de la calma o de la felicidad primaria?
Ser precavidos, muy cautos, prudente puede ser un bloqueo limitante en la vida y tiene su origen en el miedo. Y es un miedo a muchas cosas comenzando por miedo a perder la vida, miedo por la existencia, miedo a sufrir un daño corporal que lleve a la muerte. Hay un gran miedo visceral que hace que la persona transite de puntillas por la vida y siempre bajo control.
Otra actitud que tiene alguna programación temprana es la sospecha y la desconfianza. Esta puede venir de una experiencia de traición por lo que será muy previsor para evitar otra exposición dolorosa.
¿Qué es lo que me provoca más miedo a vivir? ¿Qué temo? ¿Cuándo se sobrevivió sopesando mucho los pros y contras? O ¿Cuándo fue peligroso no hacerlo?
Ahí está la respuesta a la conducta.
Un pesimista siempre hará la peor hipótesis posible y de todas las posibilidades escogerá la más negra. Su cerebro lo toma como real. Es una verdad absoluta para el sistema nervioso que se deja engañar. Si pasa algo malo estaba avisado. Lo que antes nos protegía hoy es fuente de infelicidad y limita la expansión como ser humano. La protección que necesitaban nuestros ancestros era real. La nuestra es una figuración autentica.
En la actualidad, la amenaza no es real, sino que pone en peligro varios elementos de reflexión: el ego, el poder, los bienes materiales, las expectativas, los deseos de experiencias por lo que vemos que todo está depositado en el exterior.
Ahora sabemos que no somos los pensamientos, sino que el cerebro produce pensamientos y está a nuestro servicio. Por eso podemos ponerlo de nuestro lado y que juegue a nuestro favor el partido de la vida.
Cuanta más conciencia pongas más se va a liberar la carga.
Autor: Angeles Wolder en EDBO.
Fuente: http://memoriaemocional.com/pesimismo-o-estrategia-de-supervivencia/
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