¿Qué preguntas no le gusta responder al paciente en la consulta del médico?
“Un doctor de Atención Primaria decía que los médicos tenemos que aprender el lenguaje de los pacientes que te dicen que no pero que realmente te están diciendo que sí”. Andoni Lorenzo, presidente del Foro Español de Pacientes, considera que el clima de confianza que se cree entre los sanitarios y los pacientes será fundamental a la hora de que estos últimos respondan con lo que de verdad interesa para el diagnóstico y el tratamiento: la verdad.
Porque hay preguntas que, por mucho que los sanitarios necesiten saberlas, los pacientes pueden sentirse un poco reacios a responderlas o, como poco, avergonzados, pues entran dentro del ámbito de su intimidad. “Aunque quizá no se sientan así tanto por la pregunta sino por la respuesta”, matiza Lorenzo.
No son situaciones demasiado frecuentes, pero pueden ocurrir, por ejemplo, cuando se pregunta por el consumo de drogas, por la frecuencia con la que realiza ejercicio o los hábitos de consumo, o por la vida sexual -múltiples parejas o sexo desprotegido- de la adolescente que acude por primera vez al ginecólogo. “Aunque en poblaciones jóvenes no se asustan tanto ni se sorprenden con ciertas preguntas”, afirma el presidente del Foro de Pacientes. En este tipo de situaciones, los padres suelen quedarse fuera de la consulta o, entre medias, se les pide que salgan fuera. «Es un tema de sentido común. En la sociedad en la que vivimos ahora hemos avanzado muchísimo en esto», asegura.
Sí que ocurre más con poblaciones de adultos mayores, sobre todo cuando sus problemas afectan a la salud sexual. “Aquí lo importante es no cambiarles a su médico, que lo conozcan y le llamen por su nombre”, prosigue Lorenzo.
Crear un clima de confianza
Sobre las preguntas incómodas, Lorenzo destaca que los pacientes siempre resaltan la buena relación que existe entre ellos, los médicos de Atención Primaria y las enfermeras de este área. «Esto va un poco en la línea del Foro Español de Pacientes: el médico atiende primero al enfermo y luego a la enfermedad. Para nosotros, lo más importante es la persona, el tú a tú. Una vez que consigues a ese vínculo- asegura- es más fácil. No sólo queremos que sean buenos profesionales, queremos médicos buenos y enfermeras buenas. Que su relación con los pacientes sea afectiva«, asegura.
Una relación de confianza que se forja con el trabajo, buscando la manera de hablar y las preguntas apropiadas, y que tiene que luchar con otro problema: la falta de tiempo. «La media que tenemos en Atención Primaria es de 7 minutos y en ciertas comunidades bajaba a 5. Es difícil crear un clima así en tan poco tiempo», añade. «Todos sabemos las soluciones, pero al final todo se basa en los recursos«, concluye.
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