Regulación emocional
«La habilidad de hacer una pausa y no actuar por el primer impulso se ha vuelto aprendizaje crucial en la vida diaria”. Daniel Goleman.
Una emoción aparece ante situaciones que consideramos relevantes para nosotros. El significado que le damos a la situación es lo que facilita que la emoción surja.
Las emociones implican la consideración de factores fisiológicos, cognitivos, conductuales y sociales. Son el resultado de un proceso de evaluación cognitiva sobre el contexto, sobre los recursos de afrontamiento y sobre los posibles resultados.
Las emociones no únicamente nos hacen sentir algo, sino que provocan que queramos hacer algo. Esto se ve reflejado en el lenguaje que usualmente utilizamos cuando nos referimos a éstas, por ejemplo“brincaba de felicidad” o“estaba paralizado de miedo”.
Las emociones juegan un papel muy importante para nosotros. Ellas nos ayudan en distintos aspectos de la vida cotidiana, por ejemplo, nos preparan para la acción, favorecen el pensamiento creativo, nos ayudan a la toma de decisiones, magnifican nuestra memoria de eventos importantes y nos facilitan las relaciones interpersonales.
Sin embargo, así como las emociones nos ayudan para muchas cosas, también nos pueden lastimar o dificultar muchas otras cuando éstas aparecen en un momento equivocado y con una intensidad inapropiada.
La habilidad para regular nuestras emociones es muy importante. Las respuestas emocionales inadecuadas se ven involucradas en distintos tipos de psicopatología, trastornos afectivos, dificultades sociales e incluso en problemas de salud. Por el contrario, si nosotros desarrollamos la habilidad de regular adecuadamente nuestras emociones, podremos favorecernos mucho de ellas.
El proceso de regulación emocional puede ser automático o controlado, consciente o inconsciente y puede llevarse a cabo en uno o distintos puntos del proceso de generación de una emoción. Esta busca disminuir, intensificar o mantener una emoción.
La regulación emocional puede involucrar cambios en el umbral de respuesta, los estímulos que la generan, la magnitud de ésta, su latencia o duración. Esto va a depender de las metas de cada individuo. Es muy importante saber que la regulación emocional puede llevarse a cabo tanto con las emociones negativas como con las positivas y esto va a depender una vez más de los objetivos de cada uno de nosotros.
El entrenamiento en regulación emocional utiliza distintas estrategias. Las cuáles serán seleccionadas junto con su terapeuta dependiendo de las metas que se hayan establecido. La idea general es favorecer que se tenga un manejo eficiente de activación emocional que le permita responder de manera adecuada ante cualquier situación.
Fuente: http://sepimex.wordpress.com/
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