A pesar de los avances en la medicina de precisión, también debemos analizar la enfermedad en términos generales
Publicado en Social Science & Medicine, un estudio reciente realizado por la Universidad de Drexel ha arrojado luz sobre cómo, incluso en un mundo de medicina de precisión en evolución, también tiene mérito observar las enfermedades de manera más amplia.
Kelly Joyce y una de sus ex alumnas de posgrado, Melanie Jeske, examinaron este rompecabezas utilizando entrevistas. Específicamente, estos académicos se centraron en enfermedades autoinmunes como la enfermedad celíaca, la artritis reumatoide (AR), el lupus y la esclerosis múltiple (EM).
Sobre las enfermedades autoinmunes
Hay más de 80 enfermedades que caen bajo el paraguas «autoinmune». En otras palabras, todas estas enfermedades se caracterizan por una respuesta inmune en la que el cuerpo ataca a sus propias células sanas. En los Estados Unidos, hay alrededor de 50 millones de personas que viven con una enfermedad autoinmune.
La etiqueta autoinmune proporciona a los médicos y pacientes una comprensión general de lo que está sucediendo en el cuerpo.
Estas condiciones son crónicas, complicadas y puede llevar mucho tiempo descubrir el diagnóstico correcto. Los síntomas pueden no presentarse claramente y pueden cambiar con el tiempo. El diagnóstico es aún más complejo porque para muchas enfermedades, la causa es desconocida. Desafortunadamente, muchos tampoco tienen cura.
Sobre el estudio
Joyce y Jeske realizaron 45 entrevistas con pacientes. Todos los participantes utilizaron tanto la «enfermedad autoinmune» general como su diagnóstico específico al hablar sobre su salud. ¿Por qué estos pacientes también podrían usar el término amplio?
Es más fácil explicar a los seres queridos que tienen una enfermedad autoinmune (ya que la mayoría de las personas tienen un conocimiento general de lo que son) que explicar todos los detalles de su diagnóstico individual.
Su diagnóstico específico ha cambiado o cambiará con el tiempo.
El término «autoinmune» describe la experiencia general de su enfermedad.
Saben que todos experimentan su diagnóstico específico de manera diferente (síntomas, tratamientos efectivos, vida cotidiana, etc.)
El uso del término general les permite sentirse conectados con otros pacientes con diagnósticos diferentes pero experiencias similares
Pensamientos concluyentes
En última instancia, hablar de enfermedades autoinmunes en general permite «continuidad, certeza y comunidad».
Necesitamos pensar en los trastornos autoinmunes como una variedad de afecciones, todas enclavadas en el mismo paraguas. Pensar de esta manera no solo podría ayudar a nuestra comprensión de las enfermedades en su conjunto, sino que también podría ayudar a nuestra investigación en nuevas terapias.
Joyce cree que esta idea puede aplicarse a la medicina en general. Las definiciones amplias ayudan a enfatizar las conexiones. Las definiciones estrechas nos ayudan a comprender las diferencias. Al promover una atención renovada a la «similitud», podemos descubrir nuevos tratamientos más rápido.
Trudy Horsting
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