Actitudes de los adolescentes hacia las pérdidas y el duelo
Actitudes hacia la muerte en la adolescencia.
Durante la adolescencia, la perspectiva de la muerte, al igual que la perspectiva del envejecimiento, se considera una posibilidad tan remota que apenas posee relevancia. Tal vez se evite el concepto de muerte en las conversaciones, se le reste importancia, se hagan chistes al respecto, o se neutralice y controle desde la perspectiva de un mero espectador. Esta visión resulta típica del pensamiento egocéntrico del adolescente. Sin embargo, algunos adolescentes muestran cierta preocupación por la muerte, tanto al intentar sondear su significado como el enfrentarse a la posibilidad de su propio fallecimiento. Especialmente si pertenecen a una familia donde la enfermedad convierte a la muerte en una posibilidad muy palpable.
La muerte llega a la vida de los adolescentes a través del fallecimiento de amigos, hermanos, padres o abuelos.
Los adolescentes tienen ideas más abstractas acerca de la muerte que los niños. Por ejemplo, los adolescentes describen la muerte haciendo referencia a la oscuridad, la luz, la transición o el vacío. También desarrollan concepciones religiosas o filosóficas acerca de la naturaleza de la muerte o sobre la cuestión de si existe la vida después de la muerte.
Así mismo, como se desarrollan los conceptos de egocentrismo y fábula personal de los adolescentes, es decir, la preocupación que los adolescentes muestran por sí mismos y su creencia de que son invencibles y únicos. De esta manera, no resulta extraño que los adolescentes consideren que poseen cierta inmunidad frente a la muerte y que ésta sólo les ocurre a otras personas, pero nunca a ellos.
Para algunos adolescentes, la muerte de uno de sus padres puede tener grandes consecuencias y dar lugar a una situación de hipersensibilidad frente a la muerte, incluyendo el temor a perder a otras personas con las que el individuo mantiene una relación cercana.
Adolescentes y duelo
Los adolescentes tienen más dificultad para expresar sus emociones que los niños pequeños. Es posible que no muestren una reacción inmediata de aflicción que presente una reacción exagerada. Con frecuencia los adolescentes, a diferencia de los niños, no discuten con sus padres sus sentimientos sobre una muerte ocurrida o que es inminente cuando algún miembro de la familia padezca alguna enfermedad terminal. En lugar de ello, buscaran a un adulto confiable “el desconocido intimo”. En general les será mas sencillo hablar de sus sentimientos con esta persona confiable que con su madre o padre.
El adolescente necesita saber qué puede esperar durante la ceremonia mortuoria y entender que los sentimientos y conductas que ocurren durante el duelo son normales en este contexto.
Variables que afectan la aflicción en la adolescencia.
Los adolescentes reaccionaran de maneras muy diferentes ante cada muerte dependiendo de:
-
La reacción de la familia ante la muerte y las circunstancias particulares de la misma.
-
Quién murió.
-
La cercanía con el fallecido.
-
Las circunstancias de la muerte (repentina a lo largo de un periodo extenso).
-
Si el adolescente tenía asuntos pendientes con el fallecido.
-
La edad del fallecido: la edad del adolescente al momento de la muerte.
-
Si las circunstancias vitales del adolecente cambiarán, o han cambiado, debido a este deceso.
Resultado de la pérdida de un ser querido en la adolescencia.
El resultado de la reacción de un Adolescente hacia la muerte depende de tres factores principales:
-
La estabilidad psicológica del adolescente
-
La estabilidad general de la familia
-
La disponibilidad de oportunidades para compartir los sentimientos acerca de la perdida y de recibir apoyo de personas significativas, en especial de los padres.
Los adolescentes requieren saber si una muerte fue el producto de una enfermedad contagiosa o transmisible, sin no se provee información precisa, probablemente el adolescente desarrollará una multitud de temores innecesarios acerca de la muerte y la enfermedad.
El proceso de duelo enfocado a la adolescencia, nos ayuda a entender al joven cuando enfrenta la muerte de un familiar, amigo o cualquier persona cercana a él y sabemos que puede sufrir desde depresiones, culpas, aislamientos hasta el miedo de su propia muerte.
Sin embargo, es importante saber que una buena educación, con respecto a la muerte, nos ayudará a enfrentar los procesos del duelo.
Fuentes.
Kübler, R. , Bechar, D. “Un Buen Morir”. Ed. Pax México.
Corless, I. , Germino, B. , Pittman M. “Agonía, Muerte y Duelo.” Ed. Manual Moderno.
Comentarios recientes