Dolor Crónico y su relación con la Depresión
La depresión es una enfermedad mental severa que puede afectar las actividades diarias y la calidad de vida de una persona; la deseperanza, la pérdida del interés, las alteraciones en el sueño y el agotamiento son sólo algunos de sus síntomas.
Por otro lado, el dolor crónico es un tipo de dolor que puede durar semanas o incluso años y generalmente no responde a los medicamentos comunes que se utilizan para el dolor. Las causas pueden ser diversas, generalmente asociadas a otras enfermedades, sin embargo, en muchas otras ocasiones el dolor crónico no tiene una causa aparente. Al igual que la depresión, el dolor crónico también afecta las actividades de la persona, sus ritmos del sueño e interfiere con su calidad de vida.
Aunque se sabe que estos dos padecimientos siempre van acompañados, no se sabía mucho acerca de las causas de esta relación.
Experimentar dolor implica la activación de regiones cerebrales incluyendo aquellas que tienen que ver con el estado de ánimo. El hecho de que las experiencias emocionales negativas puedan generar la sensación de dolor físico aún cuando no exista alguna causa física nos da una idea de penis enlargement cómo los procesos cognitivos pueden servir de moduladores en producción e inhibición del dolor, mostrando la relevancia de la relación entre afecto y el dolor.
En su trabajo con ratas, investigadores de UCI y el Brain Research Institute de UCLA, descubrieron que el dolor crónico que deriva de la inflamación neuronal como en las neuralgias, se acelera el crecimiento y activación de células inmunológicas llamadas microglia. Este tipo de células detonan una señal en las neuronas para reducir la producción de dopamina (DA), un neurotransmisor que regula los centros cerebrales encargados del placer y la motivación.
Las estadísticas muestran que el dolor crónico ocupa el segundo lugar, después del desorden bipolar, como la mayor causa de suicidios dentro de las condiciones médicas que se asocian a la depresión, poniendo de manifiesto el impacto negativo del dolor crónico en el estado de ánimo de las personas.
Estos descubrimientos no sólo hacen evidente la necesidad de buscar nuevos métodos para tratar el dolor crónico. Sino que, el propio estado depresivo dificulta la capacidad de las personas para hacer frente y mostrarse resilientes ante la enfermedad.
Por otro lado, este estudio también reveló la razón por la que las drogas destinadas a el control del dolor como los opioides y la morfina han sido ineficaces en el manejo del dolor crónico. En el caso de la Morfina y sus derivados, son químicos destinados a estimular la producción de dopamina, sin embargo en los experimentos realizados con ratones, se llegó a la conclusión de que en el caso del dolor crónico, estas drogas no son efectivas para la estimulación dopaminérgica, teniendo como resultado un comportamiento en el que la persona se muestra incapacitada para experimentar placer y motivación.
La depresión debe ser diagnosticada por un profesional, atender la depresión de manera adecuada puede ayudar con el manejo del dolor crónico. Algunos de los tratamientos eficaces para la depresión en personas con dolor crónico son:
- Psicoterapia Cognitivo Conductual para ayudar a las personas a cambiar sus estilos de pensamiento y conductas negativas que contribuyen a su depresión.
- Inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS), un tipo de medicamento antidepresivo que contiene citalopram (Celexa), sertralina (Zoloft) y fl uoxetina (Prozac).
- Inhibidor de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN), un tipo de medicamento antidepresivo similar al ISRS que contiene venlafaxina (Effexor) y duloxetina (Cymbalta).
Estos tratamientos deben ser prescritos por un profesional de la salud mental.
El dolor crónico también puede ser atacado realizando cambios en los estilos de vida, como hacer ejercicio aeróbico, además de que el ejercicio también es eficaz para la depresión ya que durante este se estimula la producción de endorfinas, que bloquean los detectores del dolor en el cerebro, de ahí que se le conozca como la hormona de la felicidad.
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