Pacientes participativos vs. pacientes pasivos
En artículos anteriores ya habíamos hablado de los efectos psicológicos en una persona que recibe el diagnóstico de una enfermedad, y cómo uno de los aspectos importantes en la forma en que el paciente lleva su enfermedad es precisamente la percepción que el paciente tiene de su propia enfermedad.
De este mudo, un paciente que percibe su enfermedad como algo terrible presentará mayores y resistencias frente a las indicaciones médicas, además de complicaciones en el estado de ánimo con el que hará frente a la enfermedad, que aquel que tiene una percepción más equilibrada , ya que cuenta con la información adecuada, pero además cuenta con la suficiente inteligencia emocional para ocuparse de su enfermedad de forma objetiva, adherirse a su tratamiento de manera adecuada y llevar a cabo todos aquellos cambios en su vida e indicaciones necesarias para estar bien, y así poder alcanzar la mayor calidad de vida posible.
Habíamos hablado también acerca de los pacientes participativos, que son aquellos pacientes bien informados, colaboradores con el personal de salud, empoderados y que asumen el control con respecto a la toma de decisiones de su enfermedad y tratamientos, comprometidos con los cambios en su estilo de vida que les permitan estar bien Vs aquellos pacientes que aunque cuenten con determinada información se muestran pasivos y poco participativos, y en ocasiones asumen actitudes de victimización, dejando la responsabilidad de su propia enfermedad en alguien más.
Por otro lado, la percepción del riesgo respecto de su enfermedad está determinada por múltiples factores, el primero de ellos tiene que ver con la forma en que el personal de salud transmite la información necesaria respecto de la enfermedad o el diagnóstico, muchas veces la percepción del riesgo en cuanto a la enfermedad tiene mucho que ver con las palabras utilizadas por el médico, el tono de voz, la actitud, la manera en que transmite esa información, si procura hacer que esa información sea accesible esa información al paciente de manera que sea comprendida en todas sus dimensiones.
Es importante contemplar que la percepción del riesgo es una consecuencia tanto de la calidad de la información y conocimiento con qué cuenta el paciente, así como su capacidad de análisis individual y otros múltiples factores que influyen sobre su percepción de las cosas; algunos de ellos ligados al riesgo en sí y otros relacionados con cuestiones emocionales y sociales.
Así, puede apreciarse un miedo poco justificable y una percepción magnificada de riesgos poco probables y hasta irracionales, contrastando con la escasa preocupación a que dan lugar riesgos más comunes y bien conocidos, como el uso inadecuado de fármacos, tener una mala alimentación, no apegarse al tratamiento de forma adecuada, o los efectos de algunos estilos de vida no sanos, como el consumo de tabaco, drogas o conducir bajo los efectos del alcohol.
Entre los factores relativos al riesgo poco informado de origen desconocido o no aclarado lo suficiente, como la falta de soporte científico disponible, o la novedad del riesgo. O también las opiniones medicas contradictorias y la atención excesiva por parte de los medios de comunicación, que difunden información poco validada.
En ese sentido, la diferencia entre percepciones entre un paciente participativo y uno que es poco participativo, pueden llegar a ser radicalmente opuestas. De modo que un paciente pasivo, es más proclive a ser víctima de su propia percepción equivocada del riesgo, generando él mismo problemas no sólo emocionales, sino incidiendo directamente en un cuidado poco adecuado en la atención de su enfermedad.
En AcceSalud tenemos un equipo profesional de psicólogos especializados en salud, que podrán ayudarte a detectar aquella percepciones que están interfiriendo con el cuidado de tu salud, te ayudamos a tomar control la situación para que puedas ser un paciente empoderado.
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