Ser diagnosticado con vasculitis cambió todo para un padre y una hija
El ex bombero Tom Salisbury tenía 54 años cuando le diagnosticaron por primera vez una forma de vasculitis, un tipo de enfermedad autoinmune rara. Si bien sus síntomas se sintieron por primera vez similares a un resfriado que no pudo sacudir, sabía que algo más grave estaba sucediendo cuando comenzó a toser sangre. El diagnóstico finalmente lo empujó a una jubilación anticipada del departamento.
Sobre la vasculitis
La vasculitis es un grupo de trastornos inflamatorios en los que se destruyen los vasos sanguíneos. Tanto las arterias como las venas pueden verse afectadas. La causa de la vasculitis puede variar y no siempre se entiende bien en algunos casos. Puede ser causada por una infección y algunos casos parecen tener un componente genético. Se considera una enfermedad autoinmune, pero se desconoce el proceso exacto que desencadena una respuesta inmune. Los síntomas de vasculitis incluyen pérdida de peso, fiebre, enfermedad renal, heces con sangre, dolor abdominal, púrpura, artritis, pérdida de visión, dolor de cabeza, derrame cerebral, presión arterial alta, tos con sangre, gangrena y hemorragias nasales. Esta enfermedad puede causar efectos significativos en todo el sistema que requieren un tratamiento inmediato. Este tratamiento generalmente involucra medicamentos inmunosupresores como los esteroides para reducir la inflamación.
La historia de Tom
Tom, que ahora tiene 59 años, pudo ser diagnosticado y tratado rápidamente, lo que le permitió evitar los peores efectos de la enfermedad. También acordó participar en un estudio de investigación sobre vasculitis. El estudio comparó el impacto de dosis de esteroides más grandes versus más pequeñas y concluyó que dosis más pequeñas podrían ser igual de efectivas. Este es un hallazgo importante ya que el uso a largo plazo de esteroides (particularmente en dosis altas) puede desencadenar efectos negativos graves.
La hija de Tom, Maddie, de 26 años, era una estudiante universitaria cuando le diagnosticaron a su padre e inmediatamente dejó todo para asegurarse de que estaba bien. Sus observaciones de su tratamiento la animaron a continuar sus estudios como estudiante de kinesiología. Ahora trabaja en el departamento de nefrología en St. Joseph’s Healthcare, donde fue atendido su padre.
Por ahora, Tom puede vivir una vida de retiro más o menos normal, disfrutando de pasatiempos como hacer barbacoas, hockey y béisbol.
James Moore
Fuente: http://bit.ly/3afztHJ
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